Comenzamos con nuestro saludo al Señor: En el nombre del Padre…
In the name of the Father, and of the Son, and of the Holy Spirit. Amen.
Hoy es el quinto día la campaña del kilo. Una semana llena de solidaridad y amor por parte de todos vosotros. ENHORABUENA, GRACIAS A TODOS.
Hoy despedimos la semana con esta lectura, ¡espero que os guste!
JESÚS TAMBIÉN NACIÓ EN LA POBREZA Y NECESITÓ AYUDA
«Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada». PALABRA DE DIOS: Lucas 2, 6-7
La mula y el buey
La mula ha mirado al buey
cuando Jesús ha llorado,
con el calor de sus cuerpos
al pequeño han arropado.
Luego el buey canta una nana,
la mula después lo acuna,
mientras la Virgen descansa
haciendo un guiño a la luna.
Y los tres al niño Dios
ven dormidito en su cuna.
REFLEXIÓN
Jesús es un Dios que aparece en forma de un niño indefenso, en medio del frío de la noche, sin lujos… Y ese Niño, en su primera noche, tendrá que buscar el calor del buey y la mula, el calor que se desprende del amor de José y de María.
Jesús nació pobre y necesitó de la ayuda de sus padres, de la ayuda de los pastores que le trajeron todo aquello que tenían, del calor de los animales… Hoy también Jesús sigue naciendo en nuestro mundo: nace en medio de la guerra, en la soledad de los que no tienen una casa donde vivir, en el plato vacío de esa madre que no puede dar una comida a sus hijos. Hoy Jesús sigue naciendo pobre. Hoy Jesús sigue necesitando ayuda.
ORACIÓN
Jesús, no tienes manos.
Tienes solo nuestras manos
para construir un mundo donde reine la justicia.
Jesús, no tienes pies.
Tienes solo nuestros pies
para poner en marcha la libertad y el amor.
Jesús, no tienes labios.
Tienes solo nuestros labios
para anunciar al mundo
la Buena Noticia de los pobres.
Jesús, no tienes medios.
Tienes solo nuestra acción
para lograr que todos seamos hermanos.
Jesús, nosotros somos tu Evangelio,
el único Evangelio que la gente puede leer,
si nuestras vidas son obras y palabras eficaces.
Jesús, danos tu amor y tu fuerza
para proseguir tu causa
y darte a conocer a todos cuantos podamos.
Padrenuestro, que estás en el cielo...
María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros.
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